Se termina.
Año intenso, recuperadas las eñes y los tíldes.
La vida en común, ser más que uno y suficiente con dos.
Hacer teatro, viajar, mirar la rambla, andar en bicicleta y meterse en el agua.
Tomar una cervecita mientras se desarrolla una amorosa "skype pint" en la otra habitación. Se huele a normalidad. A vida en dos mundos, que es la nuestra.
La cena despues de las risas y la conversación y mucho inglés.
Todo lo que viene, todos los planes y los proyectos y el teatro y el cine y la música y los libros y los cuadros y las fotos.
Y un montón de vida por vivir!!!
Salú!